Exijo disculpas!

Desde hace ya unos meses, el Presidente de mi Comunidad Autónoma, el Muy Honorable Francisco Camps, está siendo objeto de ataques malintencionados por parte de la izquierda más radical y revanchista, que no asume de buen grado el éxito que, convocatoria tras convocatoria, su partido, con Él al frente, tiene en nuestra Región.


Nunca supe quién era el señor de blanco que estaba junto a Él

A raiz de un malentendido con unos trajes que le fueron cedidos, pero que después devolvió (o pagó, que ya no me acuerdo, pero lo que hiciera bien hecho está) un Juez que militó en las filas socialistas, al que ni tan solo voy a nombrar, quiso buscar las cosquillas a tan modélico prohombre. Como todos ya saben, el asunto quedó en nada, como no podía ser de otra manera, conociendo la vil ralea del encausador y el exquisito linaje del encausado.



El día que Rita le dejó su coche

Francisco Camps, Don Paco, como gustamos de llamarle aquellos que tenemos la suerte de vivir bajo su mando de gran capitán, de firme timonel que conduce su barco al mejor de los puertos, nunca se ha servido de su cargo para obtener prebenda alguna, y todo lo que ha conseguido durante estos años, no ha sido sino fruto de su enorme capacidad de trabajo, celo, dedicación, diligencia, dinamismo, esfuerzo, laboriosidad, tenacidad, valentía, vigor, actividadad, afán, aliento, aplicación, ahínco, desvelo, empeño, interés, vehemencia, voluntad, constancia, empecinamiento, inflexibilidad, insistencia, perseverancia y persistencia.





Por si alguien albergaba dudas acerca de su honradez, el Presidente, aquel que logrará pronto integrar la España invertebrada acechada por el caciquil nacionalismo y de la que ya nos previno Ortega, ha tenido a bien hacer público su patrimonio. Su exiguo peculio no asciende sino a 900 euros. A algún descreído le podrá sorprender, pero tal cantidad es mucho más de lo que una persona, sencilla en sus menesteres pero generosa en sus mercedes, necesita para subsistir. Máxime cuando su mente y su afán no está centrados en el egoista disfrute propio, sino en el servicio al ciudadano administrado.



Por todo lo anterior, exijo, a todos aquellos que pusieron en duda su probidad, pública disculpa...


No, val, ara ja seriosament, com pot tenir la cara tan dura el fill de puta?